11.1.11

    Sigue la esperanza de poder unir todas las banderas y la ilusión de que una goma borre las fronteras. Sigue en pie el anhelo de que algún día se abra el cielo y bajen mi abuelo, Carlitos y otra gente que extraño.
    Sigue el delirio de no comer vidrio y quererse quejar, porque siento que el mundo está en movimiento y no va a parar... es que quiero que renuncien los presidentes, que los ejércitos jueguen al fútbol y que los únicos bancos sean de sangre!