1.7.11

Jerónimo

 Se me hace tan difícil pensar que dentro de poco te vas y yo ya acostumbre a tener al lado a una persona como vos... No es que no quiera que te vayas porque como te digo siempre, si vos estas bien yo también, pero no tengo palabras para explicarte lo mucho que te voy a extrañar. Cuando leas esto seguro vas a pensar que todavía nos quedan un par de meses, pero juntos el tiempo se pasó tan rápido que no me caben dudas de que ahora vaya a ser igual. 
La mezcla entre amor y amistad a la que llegamos dudo que la vaya a poder formar con otra persona en un buen tiempo y es por eso que valoro tanto el estar hoy con vos Jero. 
Aunque ninguno de nuestros días se escape sin alguna pelea de por medio, tampoco pasan de largo sin sonrisas ni dulzura. Esta relación esta creciendo, madurando, evolucionando. Cada vez nos conocemos más y aumentan los desacuerdos, pero también a medida que nos conocemos aumentan el interés y el amor.
Todo se dio con tanto cariño y felicidad que llegamos a formar algo en serio y aunque no podamos soñar con ese "para siempre" sabemos bien que mientras dure vamos a tener al lado a una persona que solo busca hacernos bien.
Te amo con todo mi corazón y no te cambio por nada en el mundo hermoso. Que suerte tenemos de habernos encontrado!

II

La naturaleza se adapta igual de bien a nuestras debilidades que a nuestra fuerza; de ahí que la incesante ansiedad de algunos tome forma de incurable enfermedad. Exageramos la importancia de nuestro trabajo, y sin embargo ¡Cuanto no dejamos de hacer! ¿Que ocurrirá si cayésemos enfermos? ¡Qué vigilantes somos!, constantemente determinados a no vivir por la fe, si podemos evitarlo. Permanecemos alerta todo el día, para  rezar nuestras plegarias con desgana por la noche antes de rendirnos a lo incierto. Así de estricta y sinceramente nos sentimos forzados a vivir, reverenciando nuestra vida y negando toda posibilidad de cambio. No hay otro camino, decimos, cuando en verdad hay tantos como radios a trazar desde un centro...

Walden

Para algunos, el terreno todo de la vida humana parece haber sido recorrido ya por sus predecesores: alturas, valles y vericuetos dignos de interés. Según Evelyn, el sabio Salomón reglamentó incluso la distancia que debía mediar entre los árboles: los pretores romanos habían determinado con que frecuencia puede uno recoger las bellotas caídas en la parcela del vecino sin violar la ley, y que proporción de aquellas correspondían entonces a éste. Hipóctrates dictaminó a su vez la forma de cortarse las uñas: a ras de las yemas, ni más ni menos. Sin duda alguna, el tedio y el fastidio que se presume hagan agotado la variedad y goces de la vida son tan viejos como Adán. Pero la capacidad del hombre no ha sido medida aún, y es tan poco lo ensayado en este sentido, que no nos ha de caber juzgarlo por algunos precedentes.

30.6.11

Y vivir.. y sentir

Aprender a vivir y vivir y aprender, sentir, sentir, sentir. Creo que ahí empieza y acaba todo. 
Sentimos algo y después, a veces y solo a veces, lo pensamos y después actuamos. ¿Y después? Volvemos a sentir, y a actuar. 
Y son esos sentimientos los que tanto nos mueven y paralizan. Y pensamos y decimos bueno, ya fue. O no, no metas la pata. Pero que fácil es meterla. De dos patadas se pueden arruinar tantas cosas. Y todo en algún punto por más de que no lo hayamos arruinado se disuelve; es así, por la vida misma. 
Se disuelve, se va perdiendo. Nos damos cuenta de que es mucho el soluto y poco el solvente, de que la gente cambia, o de que las cosas no son estables... no se. Todos cambiamos. Todo el tiempo.
La única constante es el cambio y tenemos que vivir con ello. Cambiamos todo el tiempo, todo cambia, todo varia, pero hay algo, algo que mantiene las cosas juntas, unidas, ligadas: lo que sentimos.

27.6.11

¿Adicción?

No. No es adictivo, va por voluntad. "Si quiero paro". Pero esa necesidad me mata. Acomodar horarios, crear situaciones, jugar a este juego. Que satisfactorio, llenador. Irónico. No? 17, en todos sus sentidos.